Para mi forma de ver las cosas, la inteligencia emocional es la aptitud más importante a desarrollar en el ámbito profesional de trabajo.

La formación basada en el conocimiento con la revolución digital pasará y quedará en el aprendizaje de cómo buscarla y en el uso que se le da.

La inteligencia emocional se basa en conceptos empáticos y de desarrollo de grupos que provocan que existan personas con éxito empresarial o profesional que aunque no tengan todos los conocimientos dominen las relaciones interpersonales y las utilicen para el beneficio común.

Esta capacidad hay que desarrollarla y sirve para mejorar, comprender y manejar las emociones propias que a su vez facilitan las relaciones interpersonales.

Mucho que ver en el éxito del desarrollo de esta aptitud es la actitud positiva que hace que se mejore el entendimiento de las experiencias negativas.

Las personas que dominan la inteligencia emocional convierten en éxitos las relaciones con las personas de su entorno, influyen de manera positiva, manejan los conflictos de manera empática, mejoran la habilidad de comunicación y hacen que se perciban las emociones con precisión priorizando lo que de verdad se necesita.

Trabajando esta aptitud se mejora la actitud y con ambas conjugadas se consiguen resultados óptimos.

Es la característica que puede marcar la diferencia entre un buen líder, de un líder excelente

Trabajar la inteligencia emocional es fundamental en cualquier desarrollo profesional; a todos Nos gusta más seguir a un líder por su poder de integración grupal que por sus dotes coercitivas.

“Nunca es demasiado tarde para transformarte en lo que podrías haber sido” (George Elliot)